En el plan de Dios para cada uno de nosotros esta el nacer por medio de las aguas, de renacer allí y emprender el camino de Dios tomando con esto la gran responsabilidad de anunciar y predicar el evangelio a todo aquel en el mundo, sobre todo por medio de nuestras obras, de nuestro actuar diario, por medio del cual testificaremos el milagro de Dios en nuestras vidas. No obremos por los demás, obremos para Dios y por medio de Dios a cada instante y de esta manera podremos dar ejemplo del evangelio de Dios, de su grandeza y de la verdad y las promesas que recibimos y tiene para nosotros; por eso desde hoy debemos tener presente que disfrutamos del Reino de Dios, si estamos bajo su voluntad, porque obramos siempre en rectitud; no hay que esperar al final de los días para tomar la decisión y quizás no alcanzar la oportunidad de ser salvos; porque es una decisión de cada persona de querer llegar al cielo o no, el Señor ama a cada uno sin distinción alguna y esta a la espera que todo brillemos en el libro de la vida eterna, pero es hoy cuando debemos empezar o continuar el camino de Dios y darlo a conocer a cada instante.
En el plan de Dios para cada uno de nosotros esta el nacer por medio de las aguas, de renacer allí y emprender el camino de Dios tomando con esto la gran responsabilidad de anunciar y predicar el evangelio a todo aquel en el mundo, sobre todo por medio de nuestras obras, de nuestro actuar diario, por medio del cual testificaremos el milagro de Dios en nuestras vidas. No obremos por los demás, obremos para Dios y por medio de Dios a cada instante y de esta manera podremos dar ejemplo del evangelio de Dios, de su grandeza y de la verdad y las promesas que recibimos y tiene para nosotros; por eso desde hoy debemos tener presente que disfrutamos del Reino de Dios, si estamos bajo su voluntad, porque obramos siempre en rectitud; no hay que esperar al final de los días para tomar la decisión y quizás no alcanzar la oportunidad de ser salvos; porque es una decisión de cada persona de querer llegar al cielo o no, el Señor ama a cada uno sin distinción alguna y esta a la espera que todo brillemos en el libro de la vida eterna, pero es hoy cuando debemos empezar o continuar el camino de Dios y darlo a conocer a cada instante.